"No hay que regalar las palabras nobles a los canallas" Osvaldo Soriano

"No hay que regalar las palabras nobles a los canallas"  Osvaldo Soriano
VIERNES - 7 pm - www.fmurquiza.com - FM 91.7

CIELO Y TIERRA en la Blogosfera

Hemos creado este blog, a partir de nuestro programa de radio "Cielo y Tierra", para intercambiar reflexiones, experiencias y propuestas.

Nuestra esperanza es que este encuentro favorezca la construcción conjunta de una comunidad sostenida por la solidaridad, el respeto mutuo, la promoción de los derechos humanos y la mejora en el sistema político en favor de una democracia plena.
Intentamos por Cielo y Tierra:

* Despertar la solidaridad, la reflexión, la toma de conciencia y el respeto mutuo, como ejes de una convivencia social en armonía, equidad y justicia.
* Fortalecer el juicio crítico y la conciencia social
* Difundir el pensamiento mariteniano aplicado a diferentes perspectivas que componen la sociedad, (cultura, política, economía, salud, ciencia y tecnología, diálogo ecuménico e inter-religioso)

Hagamos del encuentro una oportunidad para conocernos, enriquecernos y hacer posible una sociedad mejor para todos.
Te esperamos todos los viernes a las 7 de la tarde en www.fmurquiza.com FM 91.7 para compartir una charla entre amigos, acompañada de muy buena música étnica y literatura en nuestro idioma.

Claudia Santalla y Giselle Zarlenga

viernes, 26 de enero de 2007

HASTA SIEMPRE OSVALDO - 10 años sin Osvaldo Soriano

Para ver todos los textos clickear sobre el título
Osvaldo Soriano
HASTA SIEMPRE OSVALDO

Eduardo Galeano
EL CARTERO

Lo vi en el ataúd, con esa cara plácida y jodona, y pensé: Es un chiste. No hay duda. El Gordo se está haciendo el muerto para hacer sufrir a los amigos. Nos está tomando el pelo, pensé. Pero Manuel Soriano, el hijo del Gordo, que es idéntico al Gordo aunque mucho más chiquito y que andaba por ahí con su camiseta de San Lorenzo, nos dio la justa. El le había dado una carta al padre, para que se la entregara a Filipi. Filipi, gran amigo de Manuel, había muerto también, un poco antes, y él lo había enterrado, con cruz y todo, en un pocito del fondo de su casa. Filipi tenía forma de lagartija y costumbres de camaleón, porque cambiaba de color cuando quería. En la carta, Manuel le decía que lo extrañaba mucho y le enseñaba un jueguito, para que Filipi pudiera entretenerse en la muerte, que es muy aburrida. En el jueguito había que escribir las letras que faltaban: "Usá las uñas, Filipi", le decía Manuel. Entonces lo vi claro. El Gordo se nos fue por un ratito nomás. Está trabajando de cartero de su hijo. Ahora nomás vuelve. A mí ya me parecía, porque es evidentísimo que este mundo no puede ser tan espantosamente triste, solitario y final; y un tipo tan buenazo como el Gordo no podía hacernos la cochinada de dejarnos sin él.
http://www.literatura.org/Soriano/despedida/galeano.html
del diario Página\12, 30 de enero de 1997.© 1997 Página 12. All Rights Reserved.


ADDIO FRATELLO E COMPAGNO
( Por Maurizio Matteuzzi, de Il Manifesto, Roma )
"Primero la incredulidad,
aunque lo temíamos; después la angustia, el dolor, la desesperación.
Y la rabia: ¿es posible morir así, cuando la vida comenzaba apenas a
pagarle, a darle el justo reconocimiento, la merecida satisfacción?
¿Es verdad que no podremos hablar más, nosotros desde la redacción
de Il Manifesto y él desde allá, del otro lado del océano, a miles de
kilómetros de distancia, pero así de vecino, de amigo, de solidario,
afectuoso, presente?

Osvaldo Soriano no ha sido sólo un gran escritor y periodista argentino.
Ha sido también, podemos decirlo, uno de nosotros, ....."

http://www.elexiliodegardel.org/soriano.htm

Juan Forn
Sin Aliento o no habrá más penas
Ayer a las seis y media, en medio del estrépito habitual de la redacción de este diario, alguien entró con una expresión tal que no hizo falta que dijera nada. En los últimos días se habían recibido infinidad de llamados, preguntando qué pasaba con Soriano, cuán grave estaba, qué chance tenía. No hablar del tema había sido, hasta entonces, una especie de conjuro para ahuyentar la parca. Hora por hora, día por día, parecía funcionar, hasta entonces. Por eso, el silencio súbito y absoluto que se hizo en toda la redacción en el momento en que cada uno alzó la mirada y vio la expresión de esa persona fue estremecedor. No hace falta ser periodista para saber que es casi imposible silenciar a una redacción entera. No hay manera de describir ese silencio horroroso, salvo decir lo obvio: que todos los que estábamos ahí sentimos al mismo tiempo que nos habíamos quedado sin Soriano, literalmente. .....
http://www.literatura.org/Soriano/despedida/forn.html

José María Pasquini Durán
Osvaldo
Venimos a honrar a un socialista sin partido, a un hombre de izquierda. Soriano estaba orgulloso de ser izquierdista, y con su vida y su obra enalteció a la izquierda. Venimos a recoger los sueños de un soñador de espíritu noble, un hombre que pensó siempre en la injusticia como un crimen de lesa humanidad y que pensó que cada hombre y mujer de esta tierra deberían tener la oportunidad de vivir en dignidad y de alcanzar la mayor felicidad posible. Venimos a rescatar a un patriota que estudió en las raíces de la historia nacional los sentidos de nuestra grandeza y nuestra miseria, de un patriota que pudo adivinar en la mirada de hombres y mujeres de todo el mundo un igual sentido de patria. Por sus ideas tuvo que exiliarse, pero esas mismas ideas lo trajeron de vuelta para siempre en su patria y en su suelo, entre nosotros. Venimos a despedir a un hombre honrado y en esta época el calificativo es casi revolucionario, Soriano era un hombre honrado.
http://www.literatura.org/Soriano/despedida/pasquini.html

Horacio Verbitsky
Una materia exquisita
"Por ahora olvidarlo un poco no me viene mal", dice su carta manuscrita, una semana después de que el médico le explicara lo que tenía por delante. Pero no podía olvidarlo, porque hacía por lo menos tres años que lo estaba esperando. Su último libro, distribuido en la semana del diagnóstico, empieza así: "Cada noche de Año Nuevo recuerdo, aunque sea por un instante, la última que vivió mi padre. Estaba envuelto en una bata raída, en la puerta de la casa que alquilaba en la calle Santo Tomé. El pucho seguía en sus labios pero ya lo estaba matando". Por las dudas él había dejado de fumar. Pero no se hacía muchas ilusiones. Si hasta se hizo atender por el mismo matasanos que su viejo.
http://www.literatura.org/Soriano/despedida/verbitsky.html

Biografía de Osvaldo Soriano: http://www.literatura.org/Soriano/Soriano.html

Material cargado por Claudia Santalla

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