"No hay que regalar las palabras nobles a los canallas" Osvaldo Soriano

"No hay que regalar las palabras nobles a los canallas"  Osvaldo Soriano
VIERNES - 7 pm - www.fmurquiza.com - FM 91.7

CIELO Y TIERRA en la Blogosfera

Hemos creado este blog, a partir de nuestro programa de radio "Cielo y Tierra", para intercambiar reflexiones, experiencias y propuestas.

Nuestra esperanza es que este encuentro favorezca la construcción conjunta de una comunidad sostenida por la solidaridad, el respeto mutuo, la promoción de los derechos humanos y la mejora en el sistema político en favor de una democracia plena.
Intentamos por Cielo y Tierra:

* Despertar la solidaridad, la reflexión, la toma de conciencia y el respeto mutuo, como ejes de una convivencia social en armonía, equidad y justicia.
* Fortalecer el juicio crítico y la conciencia social
* Difundir el pensamiento mariteniano aplicado a diferentes perspectivas que componen la sociedad, (cultura, política, economía, salud, ciencia y tecnología, diálogo ecuménico e inter-religioso)

Hagamos del encuentro una oportunidad para conocernos, enriquecernos y hacer posible una sociedad mejor para todos.
Te esperamos todos los viernes a las 7 de la tarde en www.fmurquiza.com FM 91.7 para compartir una charla entre amigos, acompañada de muy buena música étnica y literatura en nuestro idioma.

Claudia Santalla y Giselle Zarlenga

martes, 31 de julio de 2007

“Hasta están poniendo avisos en los diarios de Paraguay vendiendo tierras en las villas de acá”

Ciudad y favelizacion
La población en las villas aumentó hasta un 300%: en la 31 hay hoteles
Esto se debe al crecimiento demográfico interno, el déficit habitacional, los rumores de urbanización y la continua llegada de nuevos habitantes, provenientes del interior del país y, especialmente, de Bolivia, Perú y Paraguay. La 31 y 31 bis de Retiro, que se duplicaron desde 2002, viven en su propio “boom inmobiliario y económico”, y hasta se construyen “hoteles” en los que alquilan piezas a los inmigrantes por unos $ 200 mensuales: un mercado negro donde hay estafas de todo tipo. Los antiguos vecinos están en alerta y la Coordinadora de Villas advierte sobre la creciente “favelización”.
Lucas morando
2007-07-29 04:31:20

HOTELERIA. Muchos de los pobladores construyen “hacia arriba” y alquilan las piezas. Una suerte de urbanización por mano propia que favorece el crecimiento demográfico.

El boom de la construcción se derramó finalmente y llegó a las villas de la Ciudad, como espejo de lo que ocurre puertas afuera de los barrios más humildes. Donde antes brillaban las casillas de chapa y cartón, hoy lo que más se ve son ladrillos, cemento, vigas y hombres construyendo. Y cada vez más gente. Así, en diversos barrios de la Villa 31 de Retiro y en gran parte de la 31 bis se vive en perpetua obra y las edificaciones de hasta tres o cuatro pisos ya no son algo fuera de lo común en el creciente paisaje villero. Incluso, hasta hay hoteles. Y no hay que perder de vista que se trata de unas 200 hectáreas en una de las zonas más caras de la Ciudad.

“Acá también se dio el boom de la construcción, lo único que cambia es el contraste”, confirma Jesús, uno de los delegados de la Villa 31 que llevó a PERFIL en una recorrida por las zonas más ásperas de esa polémica zona de Retiro cuya población creció más de un 100% después de la crisis de 2002, mucho, pero lejos del 300% que registró la 1-11-14. Y reconoce que el aumento en la construcción –y de la población- se debe, entre otras cosas, a la mejora en las condiciones de empleo y el crecimiento de la economía, formal e informal, pero especialmente a los fuertes rumores de una próxima urbanización. Aunque hay que aclarar que este boom que está llenando de ladrillos a las villas también está acompañado por un negocio inmobiliario. Por eso, hay cada vez más construcciones que se edifican pensadas como “hoteles” de una pieza por habitación para ser alquiladas a extranjeros que vienen a trabajar a la Argentina. El negocio es redondo, ya que la 31 está justo enfrente de la terminal de Retiro, donde los “punteros” de estos “hoteles” que sólo en la 31 bis suman varias decenas seducen a bolivianos, paraguayos y peruanos con precios por habitación que oscilan entre los $ 150 y los $ 200, dependiendo de si tienen baño, aunque varios vecinos de las villas explicaron que el precio mensual por habitación puede escalar hasta los 400 pesos .

“Toda la mano de obra de Capital está dentro de las villas”, explican desde la Coordinadora de Villas y Núcleos Habitacionales Transitorios, lo que facilita que cualquiera que tenga “unos pesitos” y pueda comprar los materiales, en lo primero que piensa es en hacer un negocio porque los conocimientos básicos para edificar ya los tiene. “El que tiene una moneda la invierte en construir”, confirman. PERFIL pudo comprobar que dentro de la Villa 31 existe hasta un corralón con materiales de construcción para facilitar el acceso al cemento, vigas y ladrillos huecos.

A la par de esta explosión inmobiliaria también crecen las críticas: “En varias villas existe un mercado negro y nefasto de tierras”, denuncia Guillermo Villar, responsable de la Coordinadora de Villas, y confiesa que la Argentina podría ser cada vez más parecida a Brasil por la explosión en tamaño (y alto) que sufren estos asentamientos. “Lo único que nos diferencia es que no tenemos playas”, dijo.

Villar asegura que hoy se estafa a muchos extranjeros con falsos títulos de propiedad y se vende un mismo terreno 10 veces a distintas personas. “Hasta están poniendo avisos en los diarios de Paraguay vendiendo tierras en las villas de acá”, denunció y explicó que para los paraguayos la Argentina es “como un paraíso”, porque se pueden comprar un terreno por entre US$ 3.000 y US$ 5.000 y no pagar nunca más ni luz, ni agua y hasta en los mejores lugares, ni gas. Y para los que construyen también: con un solo terreno se hacen varios pisos de 4 a 6 habitaciones por planta. La inversión se recupera pronto. Los que viven hace muchos años en las villas y no quieren o no pueden subirse a este boom de la construcción no están nada conformes con esto. Es que saben que algunos “oportunistas” se instalan en las villas sólo para que el Gobierno les dé dinero ante un eventual plan de mudanza o desalojo. “Cada vez que se rumorean campañas de urbanización, esto se empieza a llenar de gente”, explica Jesús, uno de los delegados de la Villa 31 bis que hace 10 años que vive allí. Sus dichos aluden al mediático plan de Mauricio Macri de urbanizar la Villa 31 y mudar la 31 bis. “Vienen a vivir un tiempito acá y después quieren cobrar para irse”, reconoce con bronca uno de los delegados de la Villa 21-24. Las organizaciones vecinales explicaron que más del 70% de la gente que vive en esa situación no quiere mudarse ni irse de los asentamientos. Sólo quiere pagar legalmente los servicios para poder exigirles a las empresas prestadoras y al Gobierno que los cumplan como sucede en toda la Ciudad.

En la 31 lo “esperan” a Macri

En las Villa 31 y 31 bis no todos piensan sólo en aprovechar el creciente negocio inmobiliario. La mayoría de los que viven entre el barro y los ladrillos que inundan la zona de Retiro están asentados desde hace décadas y sienten como propias esas tierras.

Por eso no están muy conformes con el “oportunismo” de los que se mudan con la intención de buscar un futuro beneficio ante una eventual mudanza o que hacen negocios alquilando piezas. Su preocupación principal es saber qué va a pasar después del 10 de diciembre, una vez que asuma Mauricio Macri. Pase lo que pase, la mayoría coincide en un punto: no van a abandonar la villa.

“Mucho meno nos vamos a mudar a provincia”, dice Norma, que hace 25 años vive en la zona. “Allá no tengo trabajo y mis hijos no van a poder estudiar como acá”, aclara. Ella, al igual que un alto porcentaje de la gente (se estima que entre un 70% y 80%), tiene trabajo regular y no desea dejar su casa por más que tenga muy buenas ofertas por parte del Gobierno.

¿Mudanza? El escenario para después de diciembre no es el más alentador para ellos, aunque repiten a cada rato que si Macri quiere, que los vaya a sacar él, que lo van a estar esperando. Lo que ocurre es que, aunque se desconoce cuál será el plan oficial del jefe de Gobierno electo, se sabe que una de las puntas de lanza de su gestión pública será avanzar sobre el tema “villas”.

Y las de Retiro son tierras que valen oro: conforman un predio de más de 200 hectáreas que, se estima, tienen un valor de US$ 500 millones por todo lo que se podría aprovechar y construir en un terreno frente al río y en pleno centro porteño. Cadenas de hoteles, shoppings o centros comerciales son lo que más suena como proyectos ideales, pero también un centro logístico

para organizar el transporte de una vez por todas.

“Nosotros no queremos plata de Macri, sólo queremos vivir bien”, dice Ramón, que hace casi 10 años que vive en la Villa 31 y se fue después de que perdió su trabajo como chofer de colectivos. Ahora, hace trabajos de herrería dentro de la 31, con lo que gana, cuando le va bien, cerca de

$ 500 por mes, que se convierten en casi mil con la ayuda de los planes sociales que les da el Gobierno de la Ciudad.

La misma opinión “antimudanza” tiene la familia de Silvia, que todas las noches sale a cartonear con su hijo y su marido. Después de vender los cartones y con los planes sociales llega a promediar los mil pesos.

“Cerca del 80% de los que viven en villas tiene trabajo y gana entre 800 y 1.000 pesos por mes”, explica Carlos La Ponte , delegado de la Villa 18 y miembro de la Coordinadora de Villas. No se sabe qué pasará en diciembre, pero lo cierto es que gran parte de los que viven en las villas están dispuestos a quedarse.


FUENTE: Diario Perfil

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