"No hay que regalar las palabras nobles a los canallas" Osvaldo Soriano

"No hay que regalar las palabras nobles a los canallas"  Osvaldo Soriano
VIERNES - 7 pm - www.fmurquiza.com - FM 91.7

CIELO Y TIERRA en la Blogosfera

Hemos creado este blog, a partir de nuestro programa de radio "Cielo y Tierra", para intercambiar reflexiones, experiencias y propuestas.

Nuestra esperanza es que este encuentro favorezca la construcción conjunta de una comunidad sostenida por la solidaridad, el respeto mutuo, la promoción de los derechos humanos y la mejora en el sistema político en favor de una democracia plena.
Intentamos por Cielo y Tierra:

* Despertar la solidaridad, la reflexión, la toma de conciencia y el respeto mutuo, como ejes de una convivencia social en armonía, equidad y justicia.
* Fortalecer el juicio crítico y la conciencia social
* Difundir el pensamiento mariteniano aplicado a diferentes perspectivas que componen la sociedad, (cultura, política, economía, salud, ciencia y tecnología, diálogo ecuménico e inter-religioso)

Hagamos del encuentro una oportunidad para conocernos, enriquecernos y hacer posible una sociedad mejor para todos.
Te esperamos todos los viernes a las 7 de la tarde en www.fmurquiza.com FM 91.7 para compartir una charla entre amigos, acompañada de muy buena música étnica y literatura en nuestro idioma.

Claudia Santalla y Giselle Zarlenga

viernes, 26 de octubre de 2007

Sobrevivió 20 días en el mar, rodeado de cadáveres

Terrible odisea a bordo de un cayuco

Viernes 26 de octubre de 2007 Publicado en la Edición impresa
MADRID (De nuestra corresponsal).- Quienes lo vieron, están seguros de que lo llevarán por siempre en la memoria: una mano famélica elevándose por encima de cadáveres descompuestos, en un agónico mensaje de "estoy vivo, ayúdenme". Todo, en una lancha que se hundía en el océano, cargada de lo que quedaba de la muerte cebada sobre medio centenar de inmigrantes indocumentados, en su desesperada fuga del hambre africana. Y el sueño frustrado de empezar una nueva vida en el Primer Mundo. Lo contó el capitán del pesquero gallego al que tocó el rescate del único superviviente del drama. Curtido en el mar, apenas pudo hablar José María Abreu cuando ofreció su relato: "Era una mano famélica. No sé... El hombre estaba mal, muy mal. Pesaba unos 40 kilos. Llevaba días así". Su barco se llama Tiburón III y, tras cuatro meses en el agua persiguiendo peces espada, se encontró, dijo, con "un panorama dantesco": un bote de madera semihundido, con siete cadáveres en muy mal estado y los signos de un solo superviviente "entre los cuerpos descompuestos y el olor horroroso". Ahora se sabe que el cayuco -el barco precario- había salido de Mauritania, con 57 pasajeros a bordo y rumbo a España, la puerta de la nueva vida. Pero se les rompió el motor, pasaron 20 días a la deriva y, a medida que los primeros morían de sed, se los arrojaba por la borda. Sólo ocho personas quedaron a bordo: siete murieron de inanición y un octavo fue capaz de sobrevivir y, con un agónico movimiento del brazo, dar señales de vida; apenas fue capaz de percibir ruido humano. Lo rodeaban, para entonces, la podredumbre, la desesperación y la convicción de la muerte. "Cuando nos acercamos, pensamos de verdad que el barco estaba vacío. Luego, cuando vimos el panorama, que todos estaban muertos. Hasta que se agitó ese brazo", dijo Abreu. Socorrieron al superviviente como pudieron. "Apenas podías hacer maniobra junto al bote. El olor era espantoso", contó. Las autoridades dudan de que el resto de los cuerpos pueda ser rescatado. Y si el relato del náufrago es correcto, son 49 las personas que fueron arrojadas al mar. Todo ocurrió en aguas cercanas a Cabo Verde, y se trata de un capítulo más de la historia cotidiana de los desesperados que huyen de la miseria a bordo de esas lanchas precarias. Las autoridades españolas están convencidas, sin embargo, de que la industria de ese tráfico de la miseria ha crecido: tienen la certeza de que, durante parte del recorrido, los emigrantes viajan en barcos nodriza y de que cuando su presencia corre mayor riesgo de ser detectada, se produce el traslado a las lanchas pequeñas, con las que siguen el riesgoso viaje. Ayer ocurrió una vez más. Disparos en Madrid
MADRID (De nuestra corresponsal).- Un argentino fue detenido ayer por provocar heridas de bala a otro en el subte. La víctima fue identificada como Carlos Ausejo, que anoche permanecía en grave estado tras recibir dos balazos en el abdomen. Del apellido del agresor, identificado como Luis P., de 58 años, sólo se conoce la inicial, como suele ocurrir en estos casos. Los dos hombres discutieron fuertemente en el vagón. Descendieron en la estación Valdezarza y allí se produjeron los disparos. El agresor intentó escapar, pero fue atrapado por los pasajeros.

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